Justo cuando bajé del avión le mandé un whatsapp a Tomás diciéndole si empezaba el favor. Contestó que sí.
Corrí hacia él dejándole a Camila todas mis maletas [ya que me llevaba toda mi ropa "macarra" (como la llamaban mis abuelos)]. El me cogió en brazos girando y riéndose mientras su (creo) compañero de piso y Camila nos miraban estupefactos. Entonces fue cuando besé a Tomás.
Ni él ni yo nos lo esperábamos pero aún así seguimos el beso, mientras me bajaba. Nos separamos por la falta de aire.
-Hola, amor- susurró.
-Te he echado de menos- dije yo.
Nos quedamos mirándonos a los ojos hasta que una voz que yo conocía muy bien nos interrumpió. Camila estaba indignadísima. Yo acaparaba a su hermano.
-Y nosotros qué, reina? Estamos pintados?
Me volví hacia Daniel y hacia Ayla, sonriente.
-Jamás!!- grité.
-Daniel y Ayla esta es Camila. Mi nena- les presenté.
-Por cierto, "nena" tus maletas!!!!- me dijo tirándomelas a los pies.
Me quejé.
-Nena, que mis pies valen oro.
-Valen serrín, como el que tienes en tu cabeza!!!!
-Auch, eso dolió- dije abrazándola cariñosamente.
-No, estoy enfadada.
-Ya verás como Daniel te calma. Verdad, querido?
-Claro que sí- dijo dandome una palmada en el culo.
-Ey, tío relájate! Te recuerdo que es MI novia!!!- gritó Tomás, abrazándome por la espalda.
-Cariño, Daniel es gay- reí mientras acariciaba los brazos de él.
-Bueno, bro, no nos presentas?- dijo el de antes.
-Claro- sonrió Tomás- Camila y Celeste, este es Step, Step estas son Camila y Celeste.
-Hola- dije alegremente.
-Como el de A tres metros sobre el cielo, Cele.
-En realidad, fue una apuesta- sonrió Step, dejando sus dientes blancos al descubierto. Tenía una sonrisa preciosa.
Y fuimos hacia el apartamento de Tomás y Step. Tomás metió su mano en mi bolsillo del pantalón vaquero. Yo estaba roja todo el camino, porque me tuve que sentar en las piernas de Step mientras mi queridisimo novio, conducía
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